Los arándanos tienen excelentes cualidades nutricionales (altos niveles de vitamina B, C y K) y beneficios saludables, que van desde mejorar la salud del corazón hasta prevenir la demencia senil. Además de ricos son libres de grasas y solo tienen 42 calorías por taza y —, lo que ayuda a una dieta equilibrada, esencial para un organismo sano.

Estos pequeños frutos azules también son conocidos por su alto nivel de antioxidantes,  sustancias que previenen o retrasan algunos tipos de daños a las células y a la vez ayudan a controlar los radicales libres que perjudican el organismo. De hecho, se cree que tienen uno de los niveles de antioxidantes más altos de todas las frutas y verduras comunes según indica un análisis publicado por Healthline.

Estas bayas son excelentes para la salud de la piel gracias a su alto aporte de vitamina C. Según un análisis de Medical News Today, una taza de arándanos proporciona el 24% de la cantidad diaria recomendada de estas vitaminas, que son esenciales para prevenir el daño de la piel causado por el sol, la contaminación y el humo, entre otros factores. También pueden mejorar la capacidad de producción de colágeno para suavizar las arrugas y mejorar la textura de la piel. ¿Nada mal para un pequeño fruto, verdad?

Se cree que los arándanos mantienen tu corazón en su mejor estado. Estudios científicos sugieren que la ingesta de alimentos ricos en antocianinas —una de las propiedades encargadas de otorgarles su característico color azul—, está asociada

¿Sabías que el arándano contiene elevados niveles de fibra? Gracias a ello, es un gran aporte para facilitar el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento. Incluso, un estudio elaborado por la Unión Europea que analizó la relación entre la microbiota y estas bayas demostró que pueden reducir los problemas de salud intestinal de aquellas personas que tienen una dieta centrada en productos de origen animal y pobre en fibra.

Como si fuera poco, también hay evidencia científica a nivel local, ya que un estudio de la Universidad Católica de Valparaíso, da cuenta que el consumo de arándanos frescos mejora el manejo de la glucosa después de las comidas (postprandial).

El consumo de arándanos a largo plazo también está asociado a mejorar la memoria, el funcionamiento cerebral y reducir el colesterol malo, según una investigación de la Universidad de East Anglia (Reino Unido). Otro estudio de la Universidad de Cincinnati, en tanto, demostró que el consumo regular de arándanos durante la mediana edad puede ayudar a quienes tienen mayor riesgo de padecer Alzheimer y demencia.

Los arándanos también ayudan a prevenir la diabetes ya que uno de sus componentes (pterostilbeno) regula los niveles de azúcar en sangre. Estudios también sugieren que sus antocianinas tienen una fuerte asociación con la reducción del riesgo de diabetes tipo 2. Este hallazgo es trascendental si se considera que en Chile, alrededor de 1 cada 10 personas padece esta enfermedad, según la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017.

¿Sufres de cistitis u otras infecciones urinarias? El arándano es útil para cuidar el sistema urinario y ayuda a combatir estos episodios, siempre y cuando se complementen con tratamientos médicos profesionales. Incluso, estudios demuestran que sus sustancias activas (la fructuosa y las proantocianidinas) impiden la adhesión de la bacteria E. coli al urotelio (recubrimiento de las vías urinarias, que comprenden la pelvis renal, los uréteres, la vejiga y la uretra), principalmente en mujeres.

Los arándanos son un gran aliado de la higiene bucal. Su extracto y propiedades antiinflamatorias ayudan con la infección de las encías y para tratar la gingivitis. De hecho, un grupo de científicos de la Universidad de Laval, en Canadá, descubrió que los arándanos tienen un efecto beneficioso contra las enfermedades de las encías.